El resultado final de este ejercicio de diseño es un espacio con una arquitectura que logra acercar al consumidor, a través de una cocina completamente abierta a la preparación de los alimentos, el proceso de rebanado, elaboración de platillos y panini; tal como sucede en cualquier charcutería de barrio en Italia. El espacio está bellamente decorado con objetos que conectan al consumidor con el ambiente de plaza de mercado Italiano. El diseño incluyó áreas de consumo, cocina, bar, área de vinos y áreas exclusivas para el personal.