El diseño y la innovación son dos mundos muy relacionados. Cuando diseñamos, buscamos generar un cambio. Puede ser crear algo nuevo, o mejorar algo que ya existe…pero no se diseña si no se desea cambiar, así sea algo pequeño. Lo mismo se podría decir de la innovación. No existe innovación si no se genera un cambio, y si ese cambio no genera una mejoría, un impacto positivo a la situación precedente. Pero entonces, ¿estamos hablando de lo mismo? ¿Es diseñar lo mismo que innovar? ¿Podemos considerar que todo diseño es innovador?
Más allá de entrar en una disertación semántica, y entrar a definir dos términos que confieso que aún, después de 20 años, me resultan difíciles de definir, quiero abordar estas preguntas desde la reflexión. Para mí no son lo mismo.
El diseño no siempre es innovador
Si bien diseñar es generar cambios, la profundidad e impacto de esos cambios varía enormemente, entre industrias, metodologías, y diseñadores. Diseñar puede ser algo muy cosmético; hacer (o intentar al menos) que algo se vea bonito o diferente, o simplemente que le guste a la gente y lo quiera comprar. Pensemos en la industria del fast fashion por ejemplo. ¿Hay diseñadores? Sí, muchos. Están ahí diseñando la enésima variación de un estampado que irá en una camiseta que será reemplazada en unas semanas por otra, y luego otra, y otra más. No me malinterpreten, no critico a estos diseñadores, es un oficio digno y desde cierto punto de vista, necesario. Le genera valor a la empresa que los contrata (que necesita vender esas camisetas para crecer, generar empleo, etc.) y a la gente que las compra y las usa, porque les gustan (al menos por un rato). Pero realmente, ahí el término “innovación” como que no aplica del todo. Esos diseños no están generando cambios o impactos positivos en la situación precedente. Es más, si lo vemos desde un punto de vista medio ambiental, está antes perpetuando o asistiendo un impacto negativo, en una situación que tiende a empeorar y nos afecta a todos.
El diseño para la innovación
Por otro lado, diseñar también puede ser algo más profundo, más estratégico, más sistémico, más “innovador”. Es el uso de la creatividad al servicio de los problemas complejos, esos problemas retorcidos (wicked problems) que no terminamos nunca de resolver pero que les seguimos luchando, porque generan cambios positivos…para las personas, las empresas, el ambiente. Esos problemas que requieren investigar, donde se co-crea, se analiza, se proponen soluciones y se prototipan antes de lanzarlas porque queremos estar seguros de que van a lograr sus objetivos. Esos problemas donde la creatividad humana, la tecnología, la ciencia y nuestra curiosidad impulsan el progreso.
A eso es a lo que llamamos en Blaster “diseño para la innovación”. El diseño, como proceso, ciencia o saber…al servicio de los cambios que el mundo necesita para mejorar.
El Método de Blaster Design
En Blaster Design, utilizamos el diseño como una herramienta para la innovación. Nos enfocamos en soluciones creativas y sistémicas para problemas complejos. Nuestro enfoque implica colaborar con diversos actores, investigar en profundidad y probar múltiples soluciones antes de implementarlas.
Si estás buscando un equipo que pueda ayudarte a transformar tu organización a través del diseño, en Blaster Design ofrecemos un servicio de Diseño de Servicios especializado en generar cambios estratégicos.
¿Cómo contactarnos?
Si tienes una idea o un proyecto que desees discutir, no dudes en contactarnos. También puedes escribirnos directamente a nuestro WhatsApp, ¡estamos listos para ayudarte a innovar!